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jueves, 30 de diciembre de 2010

Brasil despide a su presidente más amado

Tambien nosotros, los argentinos y  el Mercosur todo, vamos a sentir saudades...

Valeu presidente Lula!!!




martes, 21 de diciembre de 2010

Poema de Natal. Vinicius de Moraes

Presebre, autor desconocido

Poema de Natal
de Vinícius de Moraes

Para isso fomos feitos:
Para lembrar e ser lembrados
Para chorar e fazer chorar
Para enterrar os nossos mortos -
Por isso temos braços longos para os adeuses
Mãos para colher o que foi dado
Dedos para cavar a terra.


Assim será a nossa vida:
Uma tarde sempre a esquecer
Uma estrela a se apagar na treva
Um caminho entre dois túmulos -
Por isso precisamos velar
Falar baixo, pisar leve, ver
A noite dormir em silêncio.


Não há muito que dizer:
Uma canção sobre um berço
Um verso, talvez, de amor
Uma prece por quem se vai -
Mas que essa hora não esqueça
E por ela os nossos corações
Se deixem, graves e simples.


Pois para isso fomos feitos:
Para a esperança no milagre
Para a participação da poesia
Para ver a face da morte -
De repente nunca mais esperaremos...
Hoje a noite é jovem; da morte, apenas
Nascemos, imensamente.


     Natal
    de Vinicius de Moraes
—–
De repente o sol raiou
E o galo cocoricou:
—–
— Cristo nasceu!
—-
O boi, no campo perdido
Soltou um longo mugido:
— Aonde? Aonde?
—-
Com seu balido tremido
Ligeiro diz o cordeiro:
—-
— Em Belém! Em Belém!
—-
Eis senão quando, num zurro
Se ouve a risada do burro:
—-
— Foi sim que eu estava lá!
—–
E o papagaio que é gira
Pôs-se a falar: — É mentira!
—–
Os bichos de pena, em bando
Reclamaram protestando.
—–
O pombal todo arrulhava:
— Cruz credo! Cruz credo!
—-
Brava
A arara a gritar começa:
—–
— Mentira! Arara. Ora essa!
—-
— Cristo nasceu! canta o galo.
— Aonde? pergunta o boi.
—-
— Num estábulo! — o cavalo
Contente rincha onde foi.
Bale o cordeiro também:
—-
— Em Belém! Mé! Em Belém!
—-
E os bichos todos pegaram
O papagaio caturra
E de raiva lhe aplicaram
Uma grandíssima surra.




¡Feliz Navidad!

jueves, 16 de diciembre de 2010

Nochebuena. Eduardo Galeano

      A familia, 1925.Tarsila do Amaral, (Brasil, 1886-1973)

Nochebuena. Eduardo Galeano

Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.
En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.
Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.
Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
-Decile a... -susurró el niño-
Decile a alguien, que yo estoy aquí.




miércoles, 8 de diciembre de 2010

Tormenta de verano. Baldomero Fernández Moreno

Día agobiante, húmedo... el aire pesa, aprieta y ahoga... de pronto la atmósfera va tomando un tinte oscuro...más oscuro... Salgo al patio y miro el cielo, se hizo de noche a las tres de la tarde y las nubes grises y amenazantes gritan en mis oídos:


¿Hay ropa en la soga?, ¡a poner bajo techo los cactus! ¿Dónde está Anita?, llevala al quincho! Cerrá las ventanas de las habitaciones!....
Pero no puedo moverme ni quitar la vista de ese espectáculo de la naturaleza. Pronto el agua cae con fuerza y el viento sacude las ramas de los árboles, todo pasa demasiado rápido, mientras recuerdo y recito aquellos versos de Baldomero Fernández Moreno que aprendí hace tantos años:


Tormenta de verano

Diciembre, tarde, calor,
gran tormenta de verano.
Espesa nube de tierra,
fuga de coches y autos.
Ramas de árbol por el suelo,
grotesco rodar de bancos.
Chillona danzas de hojas
y papeles de diarios.
Alarmas en los hogares,
silbos, carreras, portazos...
Parece que va a volar
el pueblo todo en pedazos.
Han caído cuatro gotas
lo mismo que cuatro clavos.
Y el pueblo está donde estaba:
quieto, fresco, alegre, claro...

Baldomero Fernandez Moreno es un poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1886 y fallecido en esa misma ciudad en 1950.
Hijo de comerciantes españoles, pasó parte de su infancia en Santander, a orillas del Cantábrico.
Regresó a la Argentina, se recibió de médico y a  los veintinueve años publicó su primer libro de poesía, al que siguieron luego cinco o seis publicaciones más. 

Soneto
Ya ves que no te suelto, que me ato
a tu recuerdo rubio y vaporoso,
fugitivo en la calle y silencioso,
yo, que era poderío y arrebato.

Me estiro lo que puedo; dudo y trato
de asir tu traje, por ser tuyo, hermoso;
ceñido siempre y a la vez pomposo,
tentación por aquí y allí recato.

Mírame en un café de esta plazuela
en que el tránsito al sol crepita y arde
y en la que todo, hasta un tranvía, vuela.

Pienso en ti, en tus ojos, en tu tarde...
Y me quisiera henchir como una vela
y me refugio en mi interior, cobarde.


Café in the Plaza. Eugene Segal. Pintor ruso nacido en 1967

martes, 30 de noviembre de 2010

La eñe también es gente.


"La ignoran todas las grandes lenguas del mundo y apenas tiene treinta entradas en el diccionario español, pero igual se muestra orgullosa entre la ene y la o; tal vez porque se siente única, tal vez porque secretamente sabe que no hay mejor modo de decir: compañero, añoranza, niña o cariño."
Vicente Battista

Quiero compartir este texto escrito por María Elena Walsh.

La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. 
¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? 
"La ortografía también es gente", escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. 
A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. 
Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta. 
No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. 
La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.
Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.


Extraído de Educ.ar, el portal educativo del Estado argentino

Una divertida e ingeniosa forma de protestar por la idea de eliminar la letra Ñ de los ordenadores:

sábado, 27 de noviembre de 2010

Gracias Nestor







Se cumplió un mes de su desaparición física, Silvio Rodriguez y Oliver Stone hablan sobre Nestor Kichner.


sábado, 6 de noviembre de 2010

Dilma, bienvenida al club del género. Octubre a flor de piel

Muchas gracias de todo corazón por todos los mensajes de ánimo, esperanza y contención que me dieron mucha fuerza en momentos en que necesité mucho de todos ustedes, mis amigos del blog.

Fue un mes de octubre muy a flor de piel para mí y mi familia,  con grandes sustos y penas e inmensas alegrías. La operación de José y su salud recuperada, el nacimiento de Matilda, mi nieta, por cesarea, con mucho riesgo para ella y su mamá trajo la felicidad contenida a la que pudimos dar rienda suelta una vez que  ambas estuvieron fuera de peligro.

Octubre de 2010, mes en el que Argentina y Latinoamérica pierde un hombre,  Néstor Kirchner, que consagró su vida a sus ideales y que desde la presidencia de la Nación llevó adelante el modelo de país con el cual soñamos los argentinos. 

Termina el mes con otra mujer presidente en América, Dilma Rousseff, la primera mujer presidente de Brasil.

Quiero compartir esta nota de Liliana Viola publicada en el Diario Página12 del 5/11/2010.

Dilma ya tiene su carnet

Para quienes fuimos niños en el siglo XX, las mujeres importantes de Latinoamérica eran tres: Gabriela, Alfonsina y Juana. La chilena de las canciones de cuna que nunca tuvo hijos pero que ganó el Nobel, la uruguaya beldad a quien las rosas, rosas, rosas en sus manos crecían y que se recluyó antes de hora para que no le vieran su piel marchita, y la argentina, enjaulada por un hombre pequeñito que elige como fondo el mar con sirenas y caracolas allá en La Perla, Mar del Plata. Las mujeres latinoamericanas en la escuela eran poetisas, musas de América, transidas de amor.

Sangre y lagrimas

Le preguntaron, palabras más, palabras menos, si pensaba que iba a sobrevivir al cáncer linfático. Respondió que nadie aguanta una campaña si no está en condiciones. Y también dijo que la pregunta le parecía de mal gusto, sin ocultar que, más allá de una pregunta que apunta a una cuestión de Estado, también atenta contra la buena educación que no se le debe preguntar a nadie si piensa morirse. Algunos dicen que utilizó su enfermedad para sensibilizar al electorado y otros dicen que se cargó al hombro el estigma de la enfermedad, otra cara de las debilidades femeninas. Lo cierto es que con esa doble respuesta Dilma deja en claro que no está dispuesta a sobreactuar posturas típicamente masculinas para demostrar que puede. La bipolaridad, la fragilidad e incluso la torpeza aparecen como una tentación vieja de los cronistas a la hora de describir las mujeres en situación de poder. El problema es que ellas hace rato que lo tienen, se trata de profesionales de la política, que a pesar de ese costado mediático que tienen por la curiosidad de que son féminas, han capitalizado muy bien. Por eso, se diferencian de sus predecesoras en que no están sorprendidas del lugar que ocupan. No sobractúan y, lo que no es tan bueno, tal vez hasta lleguen a olvidar concentrarse en políticas de género. En las primeras entrevistas que dio como presidenta electa, le preguntaron si lloró. A ningún presidente electo se le pregunta tal cosa; difícil ver llorar a un presidente, también es cierto. Dilma respondió que sí. Que muchas veces. Los ojos que miraron fijo a Cristina Fernández durante largas horas tanto en el sepelio de su esposo como en su primer discurso por cadena nacional también se dedicaron a contabilizar las lágrimas. Cómo las contuvo, cuándo se quebró. La lágrimas parecen ser la medida de la debilidad femenina. En las lágrimas estaría demostrando ese presupuesto tácito de que tiene algo raro adentro. Pero también su fortaleza, acuosa ventaja que da haber sido educadas para enfrentar los sentimientos, exponerlos y controlarlos sí, pero recién después de haber admitido que están. “Lloré después y fui llorando de a poco. No lloré así, de una sola vez. Lloré allá, cuando di el discurso, pero ahí lloré un poco. Lloré llegando a casa, bastante.” Le señalan que también lloró cuando nombró a Lula. Y ella responde que sí, que ahí sí que lloró. Y entonces Dilma agrega: “Algunos dicen que me contuve. No es así. Yo lloré por dentro, y por fuera un poco”.
La presidenta argentina la saludó diciendo: “Bienvenida al club de género”, una frase de pertenencia, pero también de advertencia para muchos.

Y porque me gusta la música, que me acompaña en todos los momentos, porque adoro la música brasilera y porque en esta canción el sentimiento está a "Flor da pele", les pido que escuchen a Zeca Baleiro y Raimundo Fágner.



lunes, 20 de septiembre de 2010

¡No puedo dejar pasar la primavera!

Agradezco enormemente las palabras de todos mis amigos del blog.
No fue mi intención preocupar a nadie. El problema de salud es de mi marido que va ser intervenido quirúrgicamente en estos días. 
Yo les mando un fuerte abrazo a todos y cada uno de ustedes y les prometo volver pronto.
Mientras tanto, el solcito comienza a calentar más, y la primavera se está haciendo sentir en el jardín y en mi corazón.

Una flor de uno de mis cactus esta mañana salió a esperar la primavera

La Primavera besaba
   
 La primavera besaba
 suavemente la arboleda,
 y el verde nuevo brotaba
 como una verde humareda.
 
 Las nubes iban pasando
 sobre el campo juvenil...
 Yo vi en las hojas temblando
 las frescas lluvias de abril.
 
 Bajo ese almendro florido,
 todo cargado de flor
 -recorde-, yo he maldecido
 mi juventud sin amor.
 
 Hoy, en mitad de la vida,
 me he parado a meditar...
  ¡Juventud nunca vivida
 quién te volviera a soñar!
 
     Antonio Machado


Carlos Santana- Primavera

sábado, 28 de agosto de 2010

Hasta luego.

Por dos o tres meses voy dejar de publicar en mis dos blogs. Un problema de salud familiar requiere mi tiempo, mi atención y mi dedicación. Voy a seguir visitándolos de tanto en tanto,  les dejo un gran abrazo y un hasta prontito. Me despido con los versos de un gran poeta .


Soneto da Fidelidade (Vinícius de Moraes)
E tudo, ao meu amor serei atento
Antes, e com tal zelo, e sempre, e tanto
Que mesmo em face do maior encanto
Dele se encante mais meus pensamentos

Quero vivê-lo em cada vão momento
E em seu louvor hei de espalhar meu canto
E rir meu riso e derramar meu pranto
Ao seu pesar ou seu contentamento

E assim quando mais tarde me procure
Quem sabe a morte, angústia de quem vive
Quem sabe a solidão, fim de quem ama

Eu possa me dizer do amor (que tive)
Que não seja imortal, posto que é chama
Mas que seja infinito enquanto dure

Soneto de la Fidelidad (Vinícius de Moraes)
En todo, le seré a mi amor atento
Antes, y con tal celo, y siempre, y tanto
Que incluso en frente del mayor encanto
De él se encante más mi pensamiento.

Quiero vivirlo en cada momento
Y en su loor he de esparcir mi canto
Y reir mi risa y derramar mi llanto
Ya para su pesar o su contento.

Y así, cuando más tarde me procure
Quizás la muerte, angustia del que vive
Quizás la soledad, fin de quien ama

Pueda decir del amor (que tuve):
Que no sea inmortal, puesto que es llama,
Mas que sea infinito mientras dure.



Mientras... viene llegando  la primavera, feliz primavera en el corazón para todos!

sábado, 21 de agosto de 2010

Mujeres que corren con los lobos

Dos mujeres corriendo en la playa, de Pablo Picasso (1922).
La psicoanalista junguiana Clarissa Pinkola Estés trabajó durante más de dos décadas para alumbrar este libro, Mujeres que corren con los lobos. Es una recopilación de mitos y relatos populares que recrean el mito de la Mujer Salvaje, esa fuerza-hembra que habita en todas las mujeres cuando dejan de temerle a su poder. Dondequiera que estemos, la sombra que trota detrás de nosotros tiene sin duda cuatro patas”, dispara Clarissa Pinkola Estés desde el prefacio de este libro que tardó más de veinticinco años en escribir, porque no es un ensayo sino una pormenorizada y aguda recopilación e interpretación de cuentos populares de diferente procedencia, puestos al servicio de la figura de la Mujer Salvaje. Doctorada en psicología etnoclínica –cruza de psicología clínica y etnología–, y psicoanalista junguiana, Pinkola Estés es, además, cantadora o mesemondó, es decir, heredera de las ancianas húngaras que transmiten oralmente sus tradiciones en forma de relatos, que desgranan absortas sus historias, sentadas en sillas de madera con sus monederos de plástico estrujados en las manos.
Pinkola Estés utiliza con sus pacientes, para curarlas, cuentos. Y los cuenta al estilo junguiano, desde un análisis en el que cada personaje del relato es una parte de una misma psiquis, partiendo de la base de que en la mente y el alma de una misma persona, en este caso una mujer, se libran constantemente luchas tormentosas entre fuerzas opuestas.
El trabajo de esta analista está puesto al servicio de rescatar, de esos cuentos, interpretaciones que ayuden a sus pacientes o a sus lectoras a detectar en sí mismas a la Mujer Salvaje, y a dejarla operar en sí mismas, a permitirle triunfar por sobre otros arquetipos que las alejan de su propia naturaleza. ¿Quién es la Mujer Salvaje? ¿A qué fuerzas representa? La Mujer que corre con los Lobos fue elegida aquí para equiparar una parte femenina con ciertas especies de lobos, el canis lupus y el canis rufus: a saber, una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto.
Pinkola Estés nació en el seno de una familia mexicano-española y fue adoptada luego por una familia húngara. Se crió cerca de la frontera de Michigan, en una zona de bosques en la que los relámpagos no eran temibles sino usuales habitantes de la noche.
Más tarde, cuando se formaba como analista, observó que la psicología tradicional carece muchas veces de respuestas para las cuestiones más importantes de las mujeres: lo arquetípico, lo intuitivo, lo sexual y lo cíclico, las edades, el saber innato y adquirido, el fuego creador. Luego de pasarse años estudiando cuentos de hadas, mitos y relatos de múltiples orígenes, unió dos palabras, “mujer” y “salvaje”, para abrir, dice, una puerta que toda mujer comprende apenas las escucha. Es una puerta culturalmente cerrada, a veces olvidada, pero que permanece allí en tanto una mujer, cualquier mujer, permanezca allí. Es intuitiva, apasionada, indómita, es, sobre todo, una fuerza que regala a las mujeres la certeza de estar haciendo lo correcto, sea esto lo que fuere, cuando se dejan guiar por ella. Es por lo tanto una fuerza peligrosa para el statu quo, porque, cuando una mujer huele esa fuerza dentro de sí, es capaz de todo: de abandonar un matrimonio, de dejar un trabajo, de irse repentinamente de viaje, de pedir a gritos que la dejen sola, de quebrantar, si es preciso, una o todas las normas que le enseñaron. Esa fuerza femenina, advierte Pinkola Estés, trasciende cualquier nombre y entrelaza muchas otrasfuerzas vitales, pero ha sido bautizada aquí con ese nombre sólo a modo de hacer inteligible su presencia antiquísima en los relatos populares que esta analista ha reconstruido buceando, muchas veces, para recuperar “huesos perdidos”, eslabones sexuales, sórdidos o escatológicos que las buenas costumbres borraron de ellos a lo largo del tiempo. Es la loba que lucha ferozmente por lo que merece vivir, y que suelta aquello que debe morir.

Loba y hembra
Los relatos elegidos por Pinkola Estés, en su consultorio, recrean el drama psíquico de su paciente. Los que ha elegido para analizar en este libro son los que a su entender resumen con más potencia el papel redentor de la Mujer Salvaje, que no emerge nunca fácilmente: siempre habrá que sortear obstáculos y desoír voces de otros arquetipos que inclinan a las mujeres a mostrarse más dulces, más cariñosas, más egoístas, más calculadoras o más débiles de lo que son.
El análisis paleomitológico que ha hecho la analista y que transmite en una bellísima prosa conecta esos relatos a veces con sueños recurrentes femeninos y otras veces con visiones que se suelen tener en estados de conciencia no ordinarios. Casi todos coinciden en un punto: a cierta altura de los acontecimientos personales de cada mujer, es necesario tener el coraje para ver aquello que los guardianes de la conciencia aconsejan no ver. Es necesario correrse de lugar y darle crédito a esa carga de Yo de un orden diferente del que el psicoanálisis tradicional nos ha acostumbrado. Pinkola Estés habla de alma. Y dice que “cuando trabajamos el alma, ella, la Mujer Salvaje, crea una mayor cantidad de sí misma”. Sólo hace falta hacerle espacio: ella, esa fuerza, hace el resto del trabajo por nosotras, porque entonces nosotras ya somos ella. Que la educación, la cultura o el miedo hayan taponado el ingreso de este arquetipo a la mente de una mujer no significa que ella no esté esperando, como una guerrera, su nueva oportunidad. Pinkola Estés afirma que “si una mujer logra conservar el regalo de ser vieja cuando es joven y de ser joven cuando es vieja, siempre sabrá lo que tiene que esperar. Pero, si lo ha perdido, lo puede recuperar mediante un decidido esfuerzo psíquico”.
Otros nombres de la Mujer Salvaje, en diferentes tradiciones, son la Loba, la Huesera, la Trapera o La que Sabe. Siempre, en todas las culturas, estos arquetipos representan el archivo de la feminidad, su potencia a veces magnánima y dadora de vida, y otras veces feroz y revulsiva, la conservadora de la potestad de la hembra.
Con respecto de los hombres, algunos, claro, preferirán una gata a una loba, y ni qué hablar de los que preferirían un monito amaestrado. Pero sólo aquel dispuesto a hacer contacto con la parte salvaje de una misma será el adecuado. Es el que no se asustará de nuestros gritos ni nos dirá peyorativamente que de pronto estamos pensando con los ovarios. Por el contrario, el adecuado es el que estará orgulloso de tener al lado a esa mujer.

Barba Azul
A lo largo del libro, Pinkola Estés va narrando varios cuentos y haciendo el posterior análisis de cada uno de los personajes, que son partes de una sola psiquis. En ellos hay hadas bienhechoras, doncellas ingenuas, hermanas sabias, padres indiferentes, mascotas perceptivas, curanderas expertas, brujas horripilantes. Todos esos seres viven en nosotros, juegan sus juegos, hacen sus apuestas. “Pero, ¿qué vamos a hacer con todos estos seres interiores que están locos y que siembran la destrucción sin darse cuenta? Hay que dejarles sitio incluso a ellos, pero un sitio en el que se les pueda vigilar. Uno de ellos en particular, el más falso y el más poderoso fugitivo de la psique, requiere nuestra inmediata atención y actuación: se trata del depredador natural”, dicePinkola Estés en la introducción de uno de los cuentos: “Barba Azul”. El cuento es conocido, pero la analista subraya en el personaje central su carácter destructivo (o autodestructivo) y destaca las soluciones que el mismo cuento ofrece para aniquilar al mal.
En resumen, un gigante conocido como Barba Azul corteja a tres hermanas. Es excéntrico, y las dos mayores desconfían de él. Pero cautiva a la menor, a la más ingenua, que se casa con él. Ya en su castillo, el marido la trata bien y un día le dice que debe irse y que, si quiere, la joven esposa puede invitar a sus hermanas a quedarse con ella. Le da todas las llaves del castillo, y le dice que puede ir adonde quiera, pero con una sola restricción: hay una llave pequeña que debe abstenerse de usar. En su ausencia, las hermanas, apenas enteradas de que hay una llave que no se puede usar, proponen jugar a descubrir a qué puerta pertenece. Y como es natural, una vez descubierta la puerta, la abren. Allí, la joven esposa descubre una pila de cadáveres ensangrentados de mujeres, y advierte que la llave también empieza a sangrar: es una trampa que le ha dejado Barba Azul para saber si fue o no obedecido. La joven esposa trata de limpiar la sangre de la llave, la frota con crin de caballo, la lava, pero todo es inútil. Las hermanas se esconden cuando él llega. Ve la llave sangrar y se enfurece. Le dice a la joven que las muertas son sus esposas anteriores, todas las que lo desobedecieron y abrieron esa puerta. Y la empuja hasta allí para matarla. En su espanto, la joven le dice: “Está bien, está bien, pero dame tiempo para prepararme para la muerte”. El se lo otorga. Mientras tanto, las hermanas llaman a sus hermanos para que vengan a rescatar a la joven. “¿Los ven venir?”, pregunta ella, aterrorizada. “No, todavía no”, contestan las hermanas. “¿No llegan aún?”, insiste. “¡Ya vienen!”, contestan por fin. Los hermanos finalmente matan a Barba Azul y liberan a la joven, que ya no es ingenua. Ya es una mujer.
En la psiquis de una mujer, siempre hay una parte ingenua que se deja fascinar incluso por lo que sabe de antemano que no le conviene. Siempre hay una parte cautelosa (las hermanas mayores) que optan por dejar pasar la apariencia del buen partido. Hay además, sobre todo, un depredador natural, una fuerza autodestructiva que no tiene límites, es seductora y sádica y tiende trampas. Cuando el drama se desarrolla y la joven va a ser asesinada, se produce su iniciación: crece y se vuelve astuta: pide tiempo para elaborar una estrategia. El tiempo le es concedido y es usado para convocar a los hermanos, los guardianes, los guerreros que también existen en la psiquis para acudir ante el peligro. El nudo dramático del cuento transcurre sin embargo un poco antes, cuando la joven esposa abre la puerta y ve. En la vida –o en la psiquis– de todas las mujeres hay algo que se prefiere no ver. Algo monstruoso, doloroso, algo del orden del mal. La joven esposa no habría crecido y no habría triunfado si no hubiese sido capaz de sobreponerse a lo que ve tras esa puerta: que las mujeres ingenuas y curiosas que no desarrollan su astucia no tienen chance. “La capacidad de resistir lo que averigüe permitirá a una mujer regresar a su naturaleza profunda, en la que todos sus pensamientos, sus sensaciones y sus acciones recibirán el apoyo que necesitan”, dice Pinkola Estés, quien además analiza la curiosa relación entre el depredador y su presa, “quienes bailan una misteriosa danza psíquica. Dicen que cuando la presa establece con el depredador cierto tipo de servil contacto visual y experimenta un temblor que produce una leve ondulación de la piel sobre los músculos, reconoce su propia debilidad y accede a convertirse en víctima”. El final justiciero del cuento se debe a que la joven esposa, en ese momento crucial, no se conectó con el papel de presa sino con la Mujer Salvaje: pidió tiempo para contraatacar.
A lo largo del libro de Pinkola Estés, otros cuentos hablan de otros personajes. La mujer interior, la mujer esqueleto, la función de la cólera, los pasos del perdón, el alma salvaje, el patito feo, el poder del nombre, la pestaña del lobo... son sólo algunos de los elementos que viven en los cuentos orales de los que esta mujer honda saca enseñanzas. En elcapítulo que habla sobre la cólera, la analista desliza una clave para salir en busca de la propia Mujer Salvaje. “Hay un momento en nuestra vida, por regla general al llegar a la mediana edad, en que una mujer tiene que tomar una decisión, posiblemente la decisión psíquica más importante de su vida futura, y es la de sentirse o no una amargada”. Hay que salir, entonces, de caza, de pesca y de conquista por el interior de una misma: esa que olfatea con ganas, se revuelca de risa, saca pezuñas, aúlla de noche y mueve la cola está aquí adentro.


Sandra Russo .- Página12. Miradas de Mujer.- 7 de enero de 2000



domingo, 15 de agosto de 2010

Voy a dormir ... Alfonsina Storni

Alfonsina Storni
Alfonsina Storni  nació en la embajada argentina,Capriasca Suiza en 1892. A los cuatro años se trasladó con sus padres a Argentina.
Vivió en Rosario, estudió Magisterio en la Escuela Normal y fue profesora de arte dramático, hizo alguna incursión en el teatro, pero lo más conocido de su obra son sus libros de poemas. 
Comenzó su carrera literaria en 1916 con La inquietud del rosal, que recoge las sugestiones intimistas y sentimentales de un nuevo romanticismo, desprendiéndose de la poderosa influencia del modernismo. 
Sus viajes a Europa, en 1930 y 1934, influyeron en un cambio de rumbo poético, que se refleja en sus libros de madurez, los más logrados, donde la experiencia amorosa se torna confidencia dramática y reflexión sobre la condición femenina

Alfonsina se suicidó en 1938 en Mar del Plata, sintiendo la impotencia ante el dolor producido por el cáncer. La noche anterior a que se internara en el mar desde la playa La Perla, escribió un poema, que envió al diario argentino La nación, y que fue publicado con su necrológica: “Voy a dormir”, y que se cree estaba dirigida a su hijo.


Voy a dormir
 
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...

Dolor

Quisiera esta tarde divina de octubre
Pasear por la orilla lejana del mar;

Oue la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar

Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;

Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear

Ver cómo las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;

Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;

Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello; no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;

Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.


Mercedes Sosa canta una canción que en homenaje a Alfonsina realizaran Ariel Ramirez y Felix Luna: "Alfonsina y el mar".

martes, 10 de agosto de 2010

Cumplimos un año, muchas gracias!

Hoy  mi blog cumple un año.
Me gusta mucho cumplir años y sobre todo festejarlos. Sería hermoso poder abrazar y brindar con cada uno de los que pasaron y me dieron generosamente su tiempo leyendo una entrada y regalándome un comentario. 
Recuerdo cuando comencé, tenía necesidad de comunicación, de transmitir cosas que siento, que me gustan, que me importan o que me preocupan y que alguien se interesara en ellas... Y de a poquito, uno a uno fui conociéndolos, me costó,  entraba a los blogs una y otra vez porque se me mezclaban nombres,  avatares, perfiles,  títulos de blogs... 
Hoy me encuentro aquí, en este lugar a donde llegué caminando con ustedes, pendiente de cada uno, esperando sus publicaciones y sus comentarios, viéndolos también crecer, sintiéndolos muy cerca... 
Yo siempre digo que el amor viene después del conocimiento, no se puede amar lo que no se conoce, y yo puedo decir que después de un año, los conozco y los quiero...




Les dejo el fragmento de un poema de Fernanda de Castro

ALEGRIA
(fragmento)

De cada cicatriz
yo pude hacer un día
no dolor, ni tristeza, ni nostalgia,
sino heroica alegría. . .
Alegría sin causa, alegría animal,
que ningún mal
puede vencer. . .
Loco placer
de respirar.
Alegría brutal y primitiva
de estar viva,
feliz o infeliz
pero bien agarrada a la raíz.
¡Alegría!
¡Alegría!
Alegría de sentirme cada día
más cansada, más triste y dolorida,
y cada vez amando más la vida. 

Y con esa alegría hoy brindo por la salud y la felicidad de todos nosotros, un fuerte abrazo!

miércoles, 4 de agosto de 2010

El amor y la poesía del invierno. Pablo Neruda


El frío está penetrándonos en estos días... Los colores grises, negros y marrones, los olores que la combustión y el hacinamiento exhalan. Los humores de la queja, el miedo y el hastío, los sabores que buscamos en cada generosa caloría... El silencio de las calles solitarias, de las plazas y los árboles sin niños y sin pájaros... 
Alli en el rincón más tibio de mi corazón el amor enciende el fuego y veo  azules, rosas y amarillos y siento ese perfume que me embriaga y hay risas y alegría y en una copa de vino la felicidad compartida y el silencio es poesía en una canción de Vinicius... Y leo a Pablo Neruda
La rama robada
 
En la noche entraremos
a robar
una rama florida.
Pasaremos el muro,
en las tinieblas del jardín ajeno,
dos sombras en la sombra.
Aún no se fue el invierno,
y el manzano aparece
convertido de pronto
en cascada de estrellas olorosas.
En la noche entraremos
hasta su tembloroso firmamento,
y tus pequeñas manos y las mías
robarán las estrellas.
Y sigilosamente,
a nuestra casa,
en la noche y en la sombra,
entrará con tus pasos
el silencioso paso del perfume
y con pies estrellados
el cuerpo claro de la primavera. 
 

Vinicius de Moraes & Toquinho.- Tarde em Itapuã-

 
 
 

jueves, 29 de julio de 2010

Patagonia Argentina


Tomé unos días de descanso en Villa La Angostura,  provincia de Neuquén,  Patagonia Argentina. Un lugar donde el paisaje deslumbra majestuosamente y se mete en el alma dejando una sensación de paz y sosiego.
Montañas nevadas, lagos azules, bosques de arrayanes, árboles de tonalidades increíbles, arroyos murmurantes...
Un paisaje que nos hace integrarnos a la tierra, a la naturaleza y nos recuerda a sus verdaderos dueños...
Un paisaje que fue territorio de los pueblos originarios y que como toda la Patagonia, les fue arrebatada con el poder de la fuerza.
Según una nota de Ailín Bullentini publicada en el diario Página 12, el documental Awka Liwen, guionado por el escritor Osvaldo Bayer, hila hechos históricos con documentos nunca revelados y la experiencia de descendientes de aquellos pobladores originarios, “los primeros desaparecidos de la historia argentina que, por primera vez, expresan sus experiencias y su forma de ver a la sociedad que los excluye y los excluyó siempre. Es la voz de ellos”.
La película cuenta con la declaración de interés por la Presidencia de la Nación y será distribuida como material áulico en todas las escuelas del país (todavía no me consta).
La dirección del proyecto estuvo a cargo de los directores Kristina Hilles cineasta alemana y Mariano Aiello cineasta y abogado argentino
El trabajo muestra el  lugar que “los ideólogos de la Independencia” les dieron a los pueblos originarios asentados en Argentina mucho antes de que ésta fuera un país; su exterminio y el robo de las tierras comunitarias donde vivieron, implementado desde la Campaña del Desierto y otros operativos similares; el restablecimiento de la esclavitud, medio siglo después de su eliminación con la Asamblea del año XIII, cuyas víctimas ya no fueron los negros de Africa sino los aborígenes que sobrevivieron a la matanza.
“Es hora de revisar las cosas. Nadie nunca lo dijo, pero fue un genocidio. El primero del país”, consideró el escritor en referencia al violento racismo que sufrieron los pueblos originarios en manos de los que, hasta hoy, son los próceres enarbolados de la patria.
Awka Liwen  en idioma Mapuche significa "Rebelde amanecer".   
Este es el trailer del documental


Rubén Patagonia es un músico folclórico argentino de origen tehuelche y un defensor incansable de las causas de los pueblos originarios argentinos.

domingo, 18 de julio de 2010

Nicomedes Santa Cruz. "Amar nuestra diversidad y dejar atrás el racismo".

Para alcanzar una relación más libre, digna y democrática entre todas nuestras culturas, sólo nos faltan dos cosas que son como las dos caras de una misma moneda: amar nuestra diversidad y dejar atrás el racismo. 
Nicomedes Santa Cruz




El Perú es un país multicolor, el cruce de los tres grupos raciales más importantes de la Conquista de América del Sur: el español, el indígena y el africano, dio una gran cantidad de variedades raciales. Entre ellas, los mulatos quienes vivieron una historia injusta y sufrida pero que la toman como un proceso para llegar a ser lo que son, personas llenas de ritmo, alegría y sentimiento, orgullosas de sus antepasados, de su sangre, de su color, de su vida y de su inmensa fortaleza. 

Nicomedes Santa Cruz fue un mulato que expresó en forma bella y admirable lo más profundo y auténtico del llamado “folklore negro del Perú”
Nació en Lima en 1925 y falleció en Madrid  en 1992, fue  poeta, musicólogo, folclorista, periodista, cuentista y ensayista afroperuano. Es el máximo representante de la negritud en el Perú por ser el primer poeta en tratar el tema negro resaltando la importante e inequívoca participación del afroperuano en el devenir histórico nacional. 

Santa Cruz rescató la tradición decimista recopilando y fijando las décimas que circulaban oralmente.  Además, desde mediados del siglo XX,  fue el representante más importante de dicha tradición, como tal, escribió décimas y otros poemas en cantidades significativas.
Entre los años 60 y 70 Santa Cruz publicó cuatro poemarios, dos antologías y algunos cuentos : Décimas (1960), Cumanana (1964), Canto a mi Perú (1966), Ritmos negros del Perú (1971), Antología: Décimas y poemas (1971) y Rimactampu: Rimas al Rímac (1972).
Publicó un centenar de artículos en los diarios y revistas de mayor circulación en Lima (El Comercio, Caretas y Expreso) en los cuales dio a conocer las influencias de la cultura africana en las costumbres populares, la historia, los deportes, la educación, el lenguaje, el arte culinario, el baile y la religión. Estos artículos periodísticos y ensayos son un aporte sustancial al conocimiento del legado cultural afroperuano y sirvieron de vía de concienciación de la situación social del negro en el Perú y en las Américas.

En un mundo donde existían (y existen) señales de racismo no le fue fácil hacerse conocido, pero a pesar de haber sido un poeta eminentemente popular, su arte trascendió los límites de su país.
No era sólo su arte lo que llamaba la atención del público, sino su historia, sus orígenes y esa forma tan orgullosa de gritar “Soy negro, y no me compadezcas”
En Perú, el 4 de julio, el día de su nacimiento, se celebra todos los años el día de la Cultura Afroperuana .


América Latina
Mi cuate
Mi socio
Mi hermano

Aparcero

Camarado
Compañero

Mi pata

M´hijito
Paisano...

He aquí mis vecinos.

He aquí mis hermanos.

Las mismas caras latinoamericanas

de cualquier punto de America Latina:

Indoblanquinegros

Blanquinegrindios
Y negrindoblancos

Rubias bembonas

Indios barbudos
Y negros lacios

Todos se quejan:

—¡Ah, si en mi país
no hubiese tanta política...!
—¡Ah, si en mi país
no hubiera gente paleolítica...!
—¡Ah, si en mi país
no hubiese militarismo,
ni oligarquía
ni chauvinismo
ni burocracia
ni hipocresía
ni clerecía
ni antropofagia...
—¡Ah, si en mi país...

Alguien pregunta de dónde soy

(Yo no respondo lo siguiente):

Nací cerca del Cuzco

admiro a Puebla
me inspira el ron de las Antillas
canto con voz argentina
creo en Santa Rosa de Lima
y en los orishás de Bahía.

Yo no coloreé mi Continente

ni pinté verde a Brasil
amarillo Perú
roja Bolivia.

Yo no tracé líneas territoriales

separando al hermano del hermano.

Poso la frente sobre Río Grande

me afirmo pétreo sobre el Cabo de Hornos
hundo mi brazo izquierdo en el Pacífico
y sumerjo mi diestra en el Atlántico.

Por las costas de oriente y occidente

doscientas millas entro a cada Océano
sumerjo mano y mano
y así me aferro a nuestro Continente
en un abrazo Latinoamericano.